Atrás de un camión de basura

Salí temprano hoy para ir a mi curso en la universidad, lleve una manzana y una coca cola para el camino.

En la carretera encontré un camión de basura que creo iba lleno de eso, no podía cambiarme de carril por el trafico y tuve que irme atrás de él como por 5 minutos. Como iba con la ventana abajo el olor de la basura entraba a mis pulmones y me hacía sentir esa sensación desagradable que te modifica las facciones y te hace jalar el musculo que conecta los ojos con la nariz. Bueno el punto es que a los 2 minutos ya no sentía el olor a basura, aunque sabía que este estaba allí, yo no lo podía sentir, ¡me había acostumbrado! Pensé…..  el maldito olor no desapareció, simplemente mi cuerpo ya no lo sentía, mi nariz por acomodarse en su existencia no le dijo a mi cerebro que me desagradaba mas ese olor y simplemente paro de funcionar como antes..

Hice la analogía de esta situación con los sistemas sociales que funcionan, con los “ismos”, y pensé que eso nos pasa a todos, solo que esos 5 minutos es la vida y esos 2 minutos es nuestra juventud rebelde y utópica, los otros 3 minutos es el acomodamiento que se logra después de tener satisfecho lo material y a veces lo espiritual, la nariz es nuestra conciencia social, deja de funcionar como antes. Yo se que las prioridades de cada persona tienen que cambiar con el tiempo, pero, lo básico y elemental del ser humano no debería de cambiar, es decir, el sentido social de velar por el otro, de saber que el otro es parte y de mí y yo soy parte del otro no se debería de morir nunca.

Solo pido que mi nariz jamás deje de funcionar…..